Las luces se apagaron, y solo fue hasta entonces que la extraña sensacion de perderte vino a mi...
Todo se veía negro. Tu silueta, que tanta luz emanaba, me había abandonado en esta oscuridad profunda. No podía seguir así... Busque el interruptor hasta que mis ojos comenzaron a adecuarse a la oscuridad. Luego aparecieron extrañas figuras por todos lados, retratos por aquí, pequeñas mesas por aya... Casi me ubicaba de nuevo en el lugar, y ahí estabas tú, mostrándome tu fría espalda... Me alegré de saber que estabas ahí, mas no que no estuvieses frente a mi. Veías exhorta una pintura que se encontraba a tu lado, y yo no entendía por que tu si podías ver. Quizás eran mis ojos los que se nublaron en un principio y no la habitación en si, pero solo son teorías. Me preocupaba la pintura puede ser que tenga los colores justos para hacerte perder el sentido. Quizás también la mano del pintor, que se excedió en su grandeza. Quizás esta mejor pintado que yo... Pero yo no me siento pintura!... Comienzo a llamar tu atención, aunque sigues pegada al retrato. Intento de todo... Y Cuando casi pierdo la esperanza... me miras por un segundo, con esos ojos hermosos, casi perfectos; sólo a mi, iluminando otra vez la alucinante habitación. Mi preocupación se relaja, hasta que vuelves a la pintura... El lugar sigue brillante junto a mi esperanza... Comienzo a pensar que todavía tengo oportunidad... Sigo saltando a ver que sucede... Me miras de nuevo y sueltas una hermosa sonrisa; luego te volteas con tu cuerpo entero hacia mi, te acercas con vital juventud, quedamos uno frente al otro, pero miras de reojo la pintura y yo sigo danzando al son del ritmo de mi corazón, esperando que me observes a mi, y solo a mi, para movernos al ritmo de mi amor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario