05 febrero 2011
La pijama roja carmesí
Estuve parado frente a tu puerta por lo menos tres horas, esperando , tan solo esperando. ¿Un ruido?, ¿la luz desde la ventana de tu cuarto?... O tan solo aguardando que el amanecer ilumine la vida y borre tanto sufrimiento que me ha hecho esperar. De pronto, algo pasa… Noto una silueta confundida con la luz del ocaso que se despertó con ira, que sale de la puerta de la entrada. Supongo que esta en bata, aunque es difícil asegurar. Se acerca al buzón, y recoge el diario doblándolo debajo de su brazo derecho. Camina sensualmente hacia la entrada, y con una sonrisa distinguida… Se cayo mi mundo...
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario