Silencio

Dibujado por Nicolás Alarcón

Podías reír al verlo haciendo muecas a la distancia. Lejos mejor, era mas seguro.

Ahí en su espacio, de propia ansiedad, se retorcía el pobre hombre, atragantado por las palabras, queriendo expulsarlas todas de golpe. Se frustraba incluso más, por que no veía a nadie quien le pudiera ayudar, quien pudiera sentir lo que quería expresar, el solo… Agonizaba...

La escena era casi sacada de un juego didáctico bien conocido; todos conocen los zoológicos. Tenemos a un despreocupado espectador por aquí a una distancia prudente, observando y comentando lo que ve, sin sentir, sin preguntar, enjuiciando y destrozando sin importarle lo ajeno. Por el otro lado, un triste animal enjaulado por su sufrimiento y desesperación, queriendo gritar, gritar y gritar, queriendo romper su garganta en el acto para poder librarse de la tortura que lo agobiaba. Deformaba los cansados músculos de su rostro en el intento de expresar lo que no podía con su voz, pero no podía estar satisfecho. Necesitaba decir, para luego existir, aunque esto último en su mente ya había dejado de ser importante. Gritar para descansar en paz…

Después de eso, ya nada le importaba…