Cuando sea

Quiero verte sonreir, amaría verlo, lo deseo con mi piel. Pero no puedo, al menos todavía. No cuando las cosas se muestran parciales. Una ventana con cortinas, que esconde la tormenta que truena sin control. Quiero verte, quiero hacerte mía como siempre lo has sido; pero no ahora. No consigo ver mi cara en un espejo sin luz; pero lo intento; Dios sabe que si, pero el ruido salvaje me tiene preocupado. Por ahora, mantengo la casa caliente; leña no me falta; pero si lo haces tu y estás lejos. Quiero verte sonreir, amaría verlo... Lo deseo.
Tengo una foto tuya que veo todas las noches. Me voy a dormir pensando en ángeles y cosas bonitas. Tus labios me besan como antes y me olvido de la tormenta que suena como la última. Me das fuerzas aún estando lejos. Se que quizás esta carta no te llegue, pero quería decirte que te agradezco que existas. La noche se hace larga y te extraño; a ti, a tus ojos y a tus labios. No escucho ya más quejas, la casa aguanta y mi cabeza da vueltas. Ojalá te tuviera aquí, para verte sonreír. Quiero verte, amaría hacerlo y sentirte; lo deseo con mi ser. Prometí escribirte, pero se me acaba el papel y no me escuchas. Dormiré contigo en mi cabeza como en tantas noches; pero puede ser la última en que la casa aguante. Quiero verte sonreir, amaría verlo y sentirte. Ya es tarde querída mía, te escribiré mañana otra vez, mañana no habrá papel, pero sabrás de mi, o no lo harás. Te mando un beso y te lo mando con mi ángel que es bueno hasta la médula. Mándale saludos a tu madre y dile que no te rabíe, que eres buena como tu sola y solo yo te puedo rabiar. A tu padre y a tu perro también; un abrazo para ellos.
PD: Mándame una foto nueva si te llega esto, la mía se está arrugando de lágrimas. Si no te tengo una noche que sea, no sé si la casa aguante.